Monday, February 20, 2006

Temo...

Temo que si me tocas en ese punto de mi piel donde se derrite en miel caliente no pueda evitar caer en tus brazos de nuevo.

Saturday, February 18, 2006

Mi piel se ha quedado vacía



Mi piel ha quedado tan vacía sin tus manos, como una playa desierta sin las huellas de tus pies.

El deseo se resbala por mi vientre caliente que arde cuando recuerda las yemas de tus dedos recorriendome, extrañando tu aliento que me quemaba secretos en el cuello para formar un collar de perlas prohibidas.
La soledad de mis sábanas frías penetra en los poros de mi cuerpo doblandome la carne que se retuerce por las noches del dolor de tu ausencia, robandome el sudor caliente que se revolvia con el tuyo y guardaba en los pliegues de mis piernas.
Cierro los ojos para no dejar escapar las dos estrellas que me regalaste con tu mirada esas noches que compartimos juntos y aprieto mis brazos contra mi cuerpo buscando engañarlo con el cobijo de la calma que he perdido.

Monday, February 13, 2006

No fue por el primer beso

Que se me fue toda la piel y el alma.
Fue la ternura de sus manos acariciando mi cabello.
Fueron sus manos las que me llevaron al pasado que no conozco pero siento. Al presente de sus besos profundos.
De la imagen de ella sobre mi, gozando de mi, dejando su humedad regada por todo mi cuerpo.
La imagen que aun veo en suenos de su cabello perdido entre mis piernas buscando mi placer infinito de darle todo lo que me produce el roce de sus manos,
la insistencia de sus piernas,
la audacia de sus dedos,
la profundidad de su olor cambiante ante las urgencias de la piel.
Su mirada triste que se alegra con mi sonrisa.
Sonrisa que me hace abrirme a ella.
Que hace que el deseo no termine en el cuerpo.
Que hace que la piel no sea el limite. Que hace que la sienta aqui y ahora cuando hay un mar que mas que separarnos nos une.
Que hace que te espere.

Tuesday, February 07, 2006

Beso


El deseo de tocar la piel de tus labios con los míos en el preambulo del beso que tarda en llegar, me consume las ganas que se han quedado prendadas del color de tus ojos. Nuestros alientos tibios se confunden en el espacio que nos separa y nos hace cómplices de esos secretos que gritamos en silencio.

Si...

Si enrredaras tus dedos en mis cabellos para soltarlos al viento y dejar escapar los deseos que se han quedado atrapados en ellos, acaso harias con ellos una corona de plumas para decorar tu almohada.

Si descubrieras con tus manos las mortajas negras que envuelven mi cuerpo para revelar la tibieza que guardo , acaso me devolverias con cada caricia la vida que se me ha escapado.

Si encontraras con tus labios las cicatrices que han quedado marcadas en mi piel para recorrerlas a besos, acaso la sanarías haciendola arder de nuevo entre la humedad de tus sábanas.

Si arrastraras mis muslos hacia tu deseo y escalaras mis caderas donde guardo la lluvia caliente de mi pasión, acaso encontrarías conmigo la muerte pequeña que nos resucite de nuevo.