La noche acaricia con sus manos oscuras lentamente mi piel que me saben a tu nombre, el viento me envuelve los deseos que se hacen cera caliente entre mis piernas.
Y quedo convertida en ceniza que comienza a arder bajo el recuerdo de tus labios recorriendo mi cuerpo con la voracidad felina de tus ansias, tus besos que tatuaron la suave piel de mis brazos y quemaron el hueco de mi cuello.
Anoche recordé como cambiaba el calor de tu piel en mis dedos y mi boca se llenó de la sal de cuerpo, me pregunto si el tiempo no ha borrado por completo los gemidos que dejamos entre los pliegues de esas sábanas blancas.
Wednesday, March 29, 2006
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3 comments:
Gracias por la invitación :) Les dejé en mi nueva "casa" un saludo.
Seductoramente delicioso.
Nada mas memorable que las sabanas.
Saludos.
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